Valle de los Monjes

Valle de los Monjes

A 15 km de Creel, en el suroeste de Chihuahua, hay un asombroso espacio escultórico, creado por el más paciente de los artistas: la naturaleza.

Es fácil adivinar por qué alguien escogería ese nombre para este sitio: “Valle de los Monjes”. El silencio sepulcral es solo interrumpido por las aves y el viento. Las formaciones rocosas, colosales e impávidas, parecen desfilar como una bandada de monjes pero, en realidad, se mantienen firmes.

El paisaje no deja lugar a la indiferencia.

El viento y la lluvia le dieron su peculiar forma a las rocas del Valle de los Monjes, a lo largo de millones de años. De origen calizo y corazón de roca sedimentaria, el material es el ideal para que se susciten este tipo de fenómenos.

Los guías que ofrecen recorridos por este enigmático valle describen las muchas figuras e historias que los visitantes han descubierto en las rocas. Para algunas, hay que utilizar la imaginación, pero otras cuentan historias de amor evidentes.

Para los rarámuris, naturalmente, este lugar es sagrado.

La leyenda que se cuenta entre ellos acerca del Valle de los Monjes es que fueron labradas por los habitantes originales hace 20 millones de años. En aquel entonces, las piedras aún eran maleables, ya que el mundo había sido creado recientemente.

Este destino natural del norte de México es para todos: tanto para los amantes del silencio y la naturaleza como para los aventureros. Aquí puedes pasar un día entero contemplando el paisaje o hacer senderismo, rappel y ciclismo.

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